Se abren las puertas del hotel y sales al exterior. Las calles del Raval están llenas de personalidad y vida. Es un barrio muy céntrico pero que huye del bullicio de las calles principales. Delante nuestro podrás degustar bombones y tartas de chocolate sin gluten. Si sigues caminando hacia abajo hay un pequeño café donde podrás saborear su autenticidad y personalidad. No tengas prisa. Lo preparan con mucho cariño pero se toman su tiempo. Seguimos caminando y llegas a una plaza con unas arcadas. En esa misma plaza, fuera de las arcadas, te encuentras con la Central del Raval, una librería-cafetería. Te encantará su patio.
Barcelona tiene estos rincones que te hacen soñar, te llevan al pasado. Las estrechas y laberínticas calles del Barrio Gótico parecen contar historias a cada paso. No conocerás Barcelona sino mirás hacia arriba. Muy cerca, caminando hacia Paseo de Gracia, puedes encontrar edificios como la Casa Batlló o La Pedrera parecen cobrar vida, con sus formas ondulantes, balcones de hierro retorcido y fachadas llenas de colores y detalles florales. Pasear por esta calle es como caminar por una galería de arte al aire libre.